jueves, 1 de noviembre de 2012

Todavía no he llegado a ningún sitio pero aún estoy a tiempo

Comencé a correr allá por septiembre de 1999, hace ya algunos años, y desde entonces he estado zapateando 1618 horas, que se dice pronto, para completar un total de 17636,80 kilómetros. Y ¿donde he llegado? pues eso, a ningún sitio. Cualquiera diría que después de correr una distancia equivalente a la que hay por carretera entre Londres y Ciudad del Cabo, por lo menos habría conseguido llegar hasta Brighton, o hasta París. Pues no, todavía estoy en el mismo sitio.

En lo que llevamos de año son ya 1.400 kms. Como ir de Bilbao a Cádiz y un poco mas. Pero no. No me he movido. Sigo en el mismo sitio, o sea, aquí.

Esto hay que corregirlo. No pueden ser todos los recorridos circulares, alguno me deberá llevar de un sitio a otro. Pues bien, como se puede ver en el mapa que adjunto a continuación, me propongo viajar de Leioa (Bizkaia)a Caminayo )León.

Serán 253 kilómetros distribuidos en 6 etapas, en continua ascensión desde el nivel del mar en Leioa, hasta los 1267 metros de altitud de Caminayo (02/09/2013)



¿Cómo lo véis?

Mi intención es afrontar este reto en este año de 2012 que cumplo los 50(años). La fecha elegida para comenzar la ruta es el 30 de octubre, y espero llegar a buen puerto (de montaña) el 4 de noviembre.

En próximas entradas iré colgando información sobre la preparación.



miércoles, 31 de octubre de 2012

Leioa – Caminayo. Entrenamiento para un “paseo” de 253 kilómetros en 6 etapas.

(Conviene leer la previamente la primera entrada. Para hacerse una idea de qué va esto, mas que nada)

He buscado y rebuscado en la nube especializada en preparación de maratones y ultra maratones, entrenamientos específicos para una prueba de estas características. El resultado ha sido dispar, encontrando muy pocos planes, y además, en algún caso, casi contradictorios entre sí. Así como hay multitud de planes de entrenamiento, en función de las características del corredor, para preparar una media maratón o un maratón, no ocurre lo mismo cuando franqueamos la mítica barrera de los 42 kilómetros. Sí que he localizado planes para “bestias” devora kilómetros, pero no para un corredor de clase media baja como éste que escribe.

Por lo tanto, he decidido basarme en mi experiencia preparando maratones (he preparado 8, aunque sólo he podido correr 7) para elaborar un plan adecuado a mis características y concorde con mis aspiraciones.

Mis aspiraciones: llevar a cabo en 6 días una ruta desde Leioa, municipio casicostero de Bizkaia, a Caminayo, pequeña aldea leonesa situada en el límite con Palencia, a 1260 metros de altitud. Aunque lo intentaré hacer corriendo en su totalidad, no tendré el más mínimo problema en caminar cuando sea necesario, ni en pararme todas las veces que me lo pida el cuerpo (o el espíritu). Objetivo secundario: no lesionarme durante la preparación ni durante la ruta.

Mis características: llevo ya años corriendo (desde septiembre de 1999). He participado en muchas medias maratones y finalizado 7 maratones. En cuanto a mis tiempos por kilómetro no merece la pena ni reseñarlos. En las carreras suelo acabar en la parte de arriba de la Campana de Gauss. Este año llevo ya casi 1500 kilómetros entre las piernas, muchos de ellos preparando el maratón de Bilbao (finales de mayo) que no pude ni siquiera empezar por el ataque traicionero de una gastroenteritis malvenida la semana anterior al mismo.

Bueno, pues la base del entrenamiento para la Leioa – Caminayo, me la proporcionó el entrenamiento de dicho maratón, pues tras el descanso obligado por la gastroenteritis, he mantenido el estado de forma hasta el verano, totalizando 160 kilómetros en julio y 190 en agosto, con un desnivel positivo acumulado de 4.600 metros entre los dos meses. El objetivo: fortalecer las piernas para evitar las lesiones durante la fase específica de preparación. Además de este posible beneficio preventivo ante las lesiones, el cuerpo aprende a correr lento (aunque por otra parte, no hay quien corra rápido en verano) que es lo que necesitaré durante la prueba.




Los dos últimos meses de preparación son más específicos. Se trata de acumular kilómetros para alcanzar un nivel de forma que me permita conseguir mi objetivo sin mayores sufrimientos (los menores son inevitables), ni lesiones.

Dejaré para la próxima entrada del blog la descripción del plan de entrenamiento para la fase específica (septiembre y octubre) sin embargo os dejo a continuación entrenamiento de la semana pasada (o sea, el botón de la muestra):
Como más reseñable la participación en el Medio Maratón del Bajo Pas. (aquí el video de la llegada) (10/09/2012)






martes, 30 de octubre de 2012

Me quedan seis semanas ¿Cómo narices entreno esto?



Seis días. 250 kilómetros. Mucha cuesta arriba. ¿Cómo entreno esto?

(Conviene leer la previamente las entradas anteriores en su orden correspondiente. Para hacerse una idea de qué va esto, mas que nada)

Como comentaba en la entrada anterior no son muchos los planes específicos que se pueden encontrar en Internet para preparar una ruta de este tipo, por lo que me he basado en mi experiencia previa. Los meses previos sentaron la base para preparar el cuerpo, para aguantar entrenamientos largos (y duros). La forma de realizarlo no es acumular kilómetros sin más, sino es buscar un objetivo concreto. ¿Cuál es en mi caso? Se trata de fortalecer las piernas. ¿Cuál es la actividad apropiada para ello? A mi me suele venir muy bien entrenar cuestas.

El entrenamiento de cuestas suele ser parecido a las series y repeticiones. Se elige una cuesta más o menos larga (o sea, en ocasiones larga – sobre 500 metros y en ocasiones, corta - 200 metros), se sube corriendo y se baja andando o al trote, un número determinado de veces. Este entrenamiento, aunque lo suelen recomendar al inicio de temporada (con el objetivo antes señalado), es muy violento, y puede causar lesiones si se hace con demasiada “alegría”.





En su lugar, a mi me gusta subir al monte corriendo. Despacio, eso sí. Disfrutando del entorno, de las vistas (cuando las hay), de los ruidos de la naturaleza, de...
Por tanto los meses de julio y agosto fueron de coleccionar metros de desnivel positivo (pa’arriba, vamos), y también negativo (o sea, pa’abajo), que luego había que bajar. Este trabajo no sólo fortalece los músculos, sino que potencia la resistencia aeróbica, que es la que voy a necesitar en mi reto. Ya he dicho en este blog, que si tengo que andar, andaré, y que si tengo que pararme, me pararé, descansaré y luego seguiré. No pienso correr con deuda de oxígeno en ningún momento. ¡No a la carrera anaeróbica!




En los meses de septiembre y octubre (fase específica de entrenamiento) no haré tanto trabajo de cuestas, aunque no hay que abandonarlo, puesto que un día a la semana es para ello, sino que corro ya pensando en la ruta que voy a desarrollar.

Serán tres ciclos de tres semanas. 9 en total en las semana a semana voy incrementando el número de kilómetros, menos en la última del ciclo, que baja el volumen. Si una semana hago 70 kilómetros, la siguiente subo a 75 y la tercera lo bajo.

Esta semana es la primera del segundo ciclo, y tengo la intención de acercarme a los 80 kilómetros. La siguiente serán 90 y la tercera bajaré hasta 80. El último ciclo incrementa notablemente los kilómetros las dos primeras semanas: 110 y 110, pero disminuye bruscamente la tercera, que solo pienso correr 50, para descansar ya que se trata de la semana previa a la prueba.

¿Será suficiente el volumen de kilometraje para afrontar 250 kms en seis días?

Veamos los kilómetros acumulados:

Julio: 160
Agosto: 190
Septiembre: 300 (previstos)
Octubre: 350 (previstos)

¡Vaya! Que curioso. Justo suman mil kilómetros. (juro que no lo he preparado para que cuadre así, créanme¡¡¡¡)

Ya, ¿pero son suficientes? Creo que si. En esta ocasión no se trata de realizar un maratón buscando una marca concreta, que en mi nivel puede rondar las 3 horas y media, o incluso algo menos, sino simplemente llegar. El ritmo que llevaré será muy inferior al que suelo realizar en una maratón. Si para una marca de tres horas y veinte minutos voy a 4:45 por kilómetro, ahora iré a 6: 30. O sea, muuuucho más lento.

Bueno bien, seguro que alguien me preguntaría, ¿pero no entrenas nada más? ¿Sólo corres?

Si, por su puesto:

• Abdominales. Cada día que salgo a correr.
• Escaleras. Uno se debe olvidar que existen los ascensores. Para subir y para bajar.
• Piernas. Ejercicios específicos para fortalecer.
• Mochila. O sea, llevar la mochila que voy a utilizar cada vez que salgo a correr para ir haciéndome a ella.

¿Y?
También está el entrenamiento invisible, que en este caso es el descanso. El descanso es fundamental puesto que permite asimilar el entrenamiento. El planteamiento semanal incluye 5 días de entrenamiento y dos de descanso, este descanso se puede realizar también mediante otra actividad, como, por ejemplo la natación. Pienso a partir de la semana que viene, ir un día a la piscina para relajar los músculos.

¿Nada más?
Bueno, otra cosa es andar. También a partir de la semana que viene introduciré caminatas, que los entendidos dicen que completan un entrenamiento de este tipo.

¿Ya está?
Faltaba la alimentación y el sueño. No conviene pasarse con la primera ni quedarse corto en la segunda. En ello estoy.

¿Solo entrenamiento físico?
Claro que no. También está el psicológico: elaborar este blog, buscar información sobre tipos de entrenamiento, preparar las etapas, etc. Esto se merece otra entrada de blog. Lo prometo para la próxima.

Quedan 6 semanas. (21/06/2012)

domingo, 28 de octubre de 2012

Sólo cuatro semanas por delante ¿Me tengo que empezar a asustar?


Finalizado el tercer mes de entrenamiento y no lo llevo mal: todavía no me he lesionado


(Conviene leer la previamente las entradas anteriores en su orden correspondiente. Para hacerse una idea de qué va esto, mas que nada)


Si tu propia hija te dice “es mejor que dividas las entradas en dos, que son muy largas y la gente se aburre leyendo”. ¿Cómo debo tomármelo? Imagino que como crítica constructiva, pero, en todo caso, da que pensar.

El sentido de escribir un blog para contar esta historia, no es darla a conocer entre las personas que me conocen (y a las que doy tanto la lata con las cosas del correr). Tampoco difundirla entre los que no me conocen, pues los que no me conocen no entrarán al blog, salvo por equivocación, y por tanto, sólo una vez.

Llevo este diario (en realidad habría que decir, “semanario”, o mejor “decenario” pues escribo cada 10 días), para ir anotando ciertas “ocurrencias”, guardar algunas fotos de los sitios por los que suelo entrenar y de los amigos con los que suelo correr, intentar impresionar a los que no saben de estas cosas con teoría sobre la práctica del running, pero, sobre todo, para proporcionar una introducción a lo que tendré que contar sobre los días que correré de Leioa a Caminayo. De esos días espero tener mucho que contar y abundante material gráfico para colgar en el blog. Con todo ello espero hacer un álbum de recortes, colocarlo en la estantería, y mirarlo de vez en cuando, hasta que vengan los nietos y me proporcione apoyo gráfico para contar batallitas. (O sea, como si fuera un power point). Si no, también podrá servir para calzar la mesa en la que estoy escribiendo, que baila un poco y se me caen las “eses”.

Mejor que metas mas fotos” dice mi mujer. “Eso no es un blog, es un ladrillo”. Ya veo que a ella también le aburro escribiendo tanto. (Por si acaso tiene razón, voy a poner una foto aquí y ahora. Pondré la del Guggenheim, que siempre queda bien)




Vayamos a lo que importa. Finaliza septiembre, tercer mes de entrenamiento. ¿Y? ¿En qué se ha concretado? En: 300. Y como los 300 de la batalla de las Termópilas: jodidos pero contentos. Además, es lo que estaba en el plan: en septiembre 300 kilómetros


(Voy a meter otra foto, no sea que me este quedando corto. Pondré la de la bajada de Unbe).










Datos de entrenamiento: he completado 301 kilómetros, a un ritmo de 5:32 minutos por kilómetro. Desnivel positivo acumulado de 1.403,2 metros y desnivel negativo (o sea, cuesta abajo) de 1.462,9 metros.

El ritmo ha sido superior al que luego intentaré llevar, que será de 6:30 minutos por kilómetro.

La primera semana del mes fue exigente (70 kilómetros). La siguiente, tercera de ciclo, y por lo tanto, de descanso, sólo 32 k. corriendo pero con abundante “cross training”, o entrenamiento cruzado, que quiere decir completar la carrera con otros deportes (todavía me duele la espalda de la puñetera piragua que tenía roto el apoyo dorsal…).

La tercera y la cuarta semanas, por encima de 80 y subiendo el ritmo. Las tiradas largas ya van siendo largas. Dos días a la semana he hecho kilometrajes por encima de 21: ayer 24 y hoy 25.

En alguno de los entrenamiento he intentado reproducir alguna de las condiciones (hasta donde es posible) que luego tendré durante la ruta. Así, por ejemplo, he empezado a utilizar geles para probar este tipo de alimentación en carrera. LLevo una mochila, que se ha convertido en mi fiel compañera en los días largos, y que cargo con cosas prácticas: agua, teléfono, mp3, pañuelos, ropa, etc. También intento elegir nuevas rutas y correr por lugares que no son los habituales.

Es curioso, cuando corro por lugares que no conozco tanto, los kilómetros se me hacen más largos. Habrá que tener esto en cuenta. También corro de manera más discontinua, pues me paro a menudo a sacar fotos. Esto último, aunque parezca mentira, también me cansa más.

(“estas metiendo mucho rollo, acaba ya: Además una foto vendría bien, aita”. Vale hija te hago caso y pongo la de la mochila).



Quedan 4 semanas. (30/09/2012)



viernes, 26 de octubre de 2012

Un ¿leve? contratiempo

(Conviene leer la previamente las entradas anteriores en su orden correspondiente. Para hacerse una idea de qué va esto, mas que nada)


Pues vaya, se puede decir que todo ha ido "casi" bien la semana pasada. Y digo "casi" porque había cumplido con el plan previsto. 80 kilómetros, disminuyendo algo el kilometraje con respecto a las dos semanas anteriores, pero cambiando la tipología del entrenamiento. El día especial fue el sábado, en el que completé 31 kilómetros en dos etapas, por la mañana una media maratón a poco más de 5:30 y por la tarde otros 10 kilómetros a 5:01. Hasta aquí muy bien, porque además acabé bastante fresco, la verdad. Con el sentimiento de que ya estaría preparado para hacer una maratón si fuera necesario.

Pero el domingo...

Pero el domingo...

Pero el domingo...

(ya ahora una foto para hacer mas amena la espera hasta que cuente lo que pasó el domingo)




Pues el domingo, cuando estaba corriendo por el sitio tan bonito que aparece en la foto (como podéis comprobar en Leioa somos privilegiados y podemos correr por sitios como este) me salió un pu****** perro a ladrar y a molestar. El caso es que me giré para llamarle de todo, y me senti un fuerte tirón en la ingle que me dolió un h****.


(otra foto para mantener la emoción. Además se pueden sustituir si se quiere los asteriscos por letras, a ver que se esconde en la palabra oculta...)







Bueno, pues a lo que iba, e iba contando que me dolió un h****. Pero, valiente de mi, continué el entrenamiento hasta finalizar lo que estaba previsto (12 kilómetros).

El dolor, si bien se mitigó a lo largo del entrenamiento, fue a mas a lo largo del día. Y entonces tuve que tomar la decisión de...

(otra foto más)








... la decisión de parar unos días hasta que se pase el dolor, ya que si sigo corriendo en estas condiciones me puedo lesionar de verdad y mi aventura peligraría.

O sea, que me he parado, y en resumidas cuentas, ¿que he hecho esta semana aparte de abdominales y estiramientos específicos para esa zona?

El lunes nada. Ayer martes hice 9 kilómetros, pero andando (aproveché para sacar muchas fotos - aquí tenéis dos de ese día, pero en el album al que se accede pinchando en la presentación arriba a la derecha, hay muchas más). Hoy miércoles he repetido el paseo. (y lo cierto es que me lo he "paseado" muy bien). seguramente lo que queda de semana descansaré de correr andando.

Bueno, para rematar la entrada y aprovechar este tiempo de tranquilidad que dan las pequeñas lesiones, te propongo que me ayudes a completar una lista de canciones que llevaré en el mp3. Como son muchos kilómetros, necesitaré muchas canciones.

A continuación te presento un pequeño formulario en el que puedes aconsejarme alguna canción que te guste y que consideres adecuada para oir mientras corro (o simplemente, que te guste, tampoco hace falta más)

(10/10/2012)




miércoles, 24 de octubre de 2012

Ahora sí que si. Mañana empiezo



(Conviene leer la previamente las entradas anteriores en su orden correspondiente. Para hacerse una idea de qué va esto, mas que nada)


Llegó la hora-. Parecía que nunca iba a llegar, pero ha llegado el día. Mañana inicio el camino que espero me lleve a Caminayo. Mejor dicho, el camino ya se que va a Caminayo, el que tengo que llegar soy yo,

Mirando hacia atrás, veo que no he cumplido al 100% el entrenamiento que me había marcado. Este último mes ha sido un tanto azaroso, o “perruno”, y las semanas que había planteado con más kilometraje no han sido “productivas”. El resultado es que los 350 kilómetros previstos para octubre se han quedado en apenas 200. Ya veremos si son suficientes.

En estas semanas también me he dedicado a otras cuestiones. Por ejemplo, a examinar parte de la ruta “in situ”. Si bien conozco muy bien la carretera desde Reinosa hasta Caminayo, no ocurre lo mismo con la parte que va desde Leioa hasta Reinosa, ya que hace años que vamos hasta allí por la Autovía de la Meseta, y ese camino, evidentemente, no puedo seguir. Por tanto me desplacé a Reinosa por la ruta tradicional; Balmaseda, Espinosa de los Monteros, La Población, etc., para comprobar la carretera. Me di cuenta enseguida que la primera etapa, Leioa – Balmaseda, pasando el puente Colgante, Muskiz y desde allí hasta Balmaseda, estaba mal planteada. La vía desde Muskiz a Balmaseda es peligrosa, sin arcenes, y con continuo sube y baja. Había elegido este camino, en lugar del de Zorroza, Castrejana, Alonsotegi, Sodupe, etc, por ser unos kilómetros más corto, pero si lo que gano en kilómetros lo pierdo subiendo y bajando, no me vale de nada. Así que he rediseñado el camino de la primera etapa. Pasaré la ria (mi Aqueronte particular) en Erandio, en bote (ya tengo preparado el óbolo para Caronte, y espero que no me encuentre muchos "Cerberos" por el camino). Seguiré por la margen izquierda hasta Zorroza, y desde allí hasta Balmaseda. Las otras dos etapas hasta Reinosa tienen camino bonito, pero, eso sí, muy “cuestoso” (esto me suena a “costoso”).

Tengo cargado el MP3 con gasolina suficiente para aguantar un montón de horas. Pondré como primera canción “The Long road ahead”. En algún momento necesitaré oír “Resistiré” para motivarme si flaqueo. Cuando quiera ritmo le daré a los ritmos africanos con “Paxi Ni Ngongo”. A mano estará Soja con “Not done yet”. Si me siento solo escucharé “Maite Zaitut” y cuando llegue a meta será con “Nessum Dorma” de Puccini. Todavía después quedará tiempo para “Libiamo”, de Verdi, si consigo acabar el “reto”

Aquí acabo esta entrada que no tiene mucha chicha, no sea que me canse escribiendo y no pueda correr debidamente. En adelante iré haciendo comentarios en mi perfil de Twitter (@ssebasmm), y si puedo subiré una entrada al blog cada día, aunque se que será complicado porque no se si siempre tendré buena cobertura.

Bueno, a continuación, y como despedida, cuelgo las rutas de cada día. Pinchando cada enlace (en el título de la etapa) podeis acceder a la página de Ekibike donde tengo guardadas las etapas, con perfiles, recorrido, etc.)
(28/10/2012)

Primera etapa: Leioa Balmaseda





Segunda etapa: Balmaseda – Espinosa de los Monteros






Tercera etapa: Espinosa de los Monteros - Corconte






Cuarta etapa: Corconte – Aguilar de Campoo




Quinta etapa: Aguilar de Campoo – Villaverde de la Peña






Sexta etapa: Villaverde de la Peña – Caminayo




lunes, 22 de octubre de 2012

Primera etapa cumplida. Leioa Balmaseda.



(Conviene leer la previamente las entradas anteriores en su orden correspondiente. Para hacerse una idea de qué va esto, mas que nada
)


¡Que frío!


De Que te sales

Quién lo iba a decir. Hace tres días estábamos tomando la cervecita sentados en una terraza y hoy cuando he salido a la calle parecía que estaba metiendo la cabeza en el congelador. A las 8:15 de la mañana en Leioa teníamos 3 grados, que me han acompañado durante gran parte de la etapa. Menos mal que iba bien preparado: orejeras, guantes, dos camisetas y malla larga, ah, y las gafas de sol, que también calientan lo suyo.


De Que te sales


La etapa ha transcurrido sin incidentes dignos de reseñar. La parte inicial, hasta el bote de Erandio, son tres kilómetros que hemos recorrido en muchos entrenamientos, por lo que se puede decir que jugaba en casa. Pasar el bote y a Barakaldo. Desde aquí hasta Zorroza, el camino transcurre por el mismo lugar que la Santurce – Bilbao, que la he corrido unas cuantas veces, por lo que también se puede decir, que estaba en terreno amigo.

De Zorroza en adelante nos adentramos en terreno desconocido. Por la carretera vieja hacia Castrejana, con el Cadagua como compañero, he recorrido un trecho realmente feo. Feo y descuidado. Feo, descuidado y frío. (Seguramente mejoraría con sol, que me perdonen los lugareños). He tenido tiempo para sacar una foto debajo de la Super Sur y para cuando me he dado cuenta estaba ya en Alonsotegi. Aprovecho para beber agua y sacar otra foto (que podéis ver en el álbum)


De Que te sales


A partir de aquí ha ido mejorando el paisaje, ya no tan encajonado entre montañas, y algo mas iluminado por el sol. He ido parando de vez en cuando, para beber agua o, para mandar un Whatsapp a la familia, y o para cumplir con otras cuestiones menores, pero el ritmo ha sido uniforme y tranquilo. Al llegar a Zalla, y antes de afrontar lo últimos 8 kilómetros, he hecho un alto en el camino, algo más largo, aprovechando para comer algunos frutos secos, un gel y chocolate. Desde aquí sin parar hasta el final, ya con un sol que empezaba a calentar un poquito, y sabiendo que me quedaba poco, animándome cada vez más.

De Que te sales

Alrededor de las 12:15 he llegado a la estación de tren Balmaseda, justo al principio del pueblo. En total han sido cuatro horas, de las que he estado corriendo 3:23 minutos, el resto del tiempo entre paradas elegidas u obligatorias (esperando al bote, por ejemplo).

No he llegado excesivamente cansado, pero ya veremos los próximos días.

Ah, y no me he encontrado ningún perro.
(29/10/2012)

domingo, 21 de octubre de 2012

Segunda etapa cumplida: Balmaseda Espinosa de los Monteros

Pues eso, que he acabado. Pero tengo que reconocer que me ha costado mucho más que ayer. Por una parte por que eran 8 kilómetros, por otra porque el desnivel ha sido brutal. Una continua ascensión desde Balmaseda hasta El Cabrio (que bien podría llamarse El Cabrito, o algo que acabe en N mayúscula)

He empezado más tarde que ayer, ¡cosas de la logística!, que es una de las cosas más complicadas cuando te planteas alguna aventura de este tipo (menos mal que tengo la ayuda de mi sufridora esposa). Hacía frio en Balmaseda, no tanto como ayer, pero hacía frio. Prácticamente durante toda la etapa he tenido las orejeras y los guantes puestos. Las gafas de sol también, por lo menos hasta que las he perdido. Alguién las encontrará y las tirará a la basura sin saber que son unas gafas con experiencia. En fín, así es la gente.

De Que te sales

Como símbólico, me he parado justo al salir de Euskadi y entrar en Castilla y León. Nunca había salido de Euskadi corriendo...

De Que te sales

La primera parte de la etapa, salvo los dos kilómetros iniciales, que los utilizo de calentamiento, he ido a buen ritmo, pese a la subida continua. También he parado lo que me ha dado la gana, más o menos como ayer durante ese tramo. Me he plantado en el kilómetro 21,100 en 2:12 minutos, pero, ¡Ay amigo! aquí ha llegado la subida fuerte y he bajado muchisimo el ritmo, aun así la subida la he hecho corriendo, con paradas pero corriendo.

De Que te sales



Arriba, justo enfrente de la señal de la foto que pongo más abajo, me he parado un rato más largo a comer los frutos secos, geles, y chocolate, y aire, mucho aire. A partir de aquí quedaban 13 kilómetros, que imaginaba no me iban a costar tanto, pero si, se me han hecho muy largos, especialmente los últimos 4. No importa he llegado a Espinosa en un tiempo de 4:18:32 sin contar las paradas. Contándo el tiempo que he estado parado habrá sido cerca de las cinco horas.

De Que te sales


El paisaje está bonito de verdad. Como prueba de ello esta foto tomada pocos kilómetros antes de llegar a Espinosa

De Que te sales

Como premio me han caido unos macarrones a la boloñesa y estofado de ternera. ¡Qué bien se come en Espinosa!

Otro día sin que me hayan molestado los perros¡ Salvo uno de cerámica que estaba plantado en un jardín que me ha mirado mal.

Otra cosa: las vacas me miraban al pasar igual que miran al tren.
Otra cosa: los operarios de carretera que sujetan las señales de "stop" y "avanza" en las zonas de obra me miraban igual que las vacas.
(20/10/2012)

viernes, 19 de octubre de 2012

Esto se ha acabado

De Que te sales

Nunca pensé que lo pudiera conseguir, pero ahí estoy, en Caminayo, después de 6 días corriendo. Casi 240 kilómetros.

Volviendo para atrás...








Tercera epata finiquitada: Espinosa de los Monteros Balneario de Corconte


Otra mas y ya van tres, que entre la tres suman 111, vaya casualidad!!

La etapa empezó muy pronto, tan pronto como a las 7:20 de la mañana, pues para desplazarme hasta Espinosa, donde finalicé el segundo día, tenia que coger un autobus a las 8 de la mañana en Termibus. No era cuestión de perder el bus y que se me quedara la cara de tonto.

90 minutos después "aterrizaba" en Espinosa de los Monteros. Día precioso aunque frío, lo que no es necesariamente malo. Si te abrigas bien puedes correr con cualquier temperatura. Eso sí, la ropa debe ser adecuada, o sea, debe transpirar, por que si no acabas empapado y corres el riesgo de deshidratarte. Cuando veo correr a alguien con un chubasquero atado hasta arriba en un día que no llueve... me pongo malo. Hay quien piensa que así se adelgaza, pues no, no se adelgaza, solo se pierde agua que se recupera cuando bebes.


De Que te sales

El tiempo invita a correr y el paisaje también. No se trata de una carretera que tenga mucho tráfico y los perros de las granjas cercanas a la vía están atados. Todo perfecto.

De Que te sales

Pese a que es el tercer día que estoy corriendo, no me siento demasiado cansado, es más, me está resultando más cómodo que la segunda etapa, en la que El Cabrio, me dejó hecho polvo. Hoy hay varias subidas cortas pero no tan matadoras, el total de metros ascendidos es 457, nada comparable a los casi 800 de la etapa anterior.

De Que te sales


Atravieso algunos pueblecitos con casas muy cuidadas pero con no demasiada vida (imagino que en verano será otra cosa)

De Que te sales

A medida que gano altura me acerco a Soncillo, último pueblo importante antes de llegar a Corconte. Desde aquí no me quedan ya muchos kilómetros hasta el final de etapa. La vista hacia el valle es francamente bonita.

De Que te sales

Antes de darme cuenta tengo a la vista el pantano, lo que me indica que estoy llegando. Otra cosa, no se si he visto más caballos o vacas.

De Que te sales

Llegada al balneario de Corconte. He cumplido la tercera etapa, más corta de lo previsto inicialmente, pues tenía que haber llegado hasta La Población, 5 kilómetros más allá, pero no encontré ningún otro sitio para dormir, decidí quedarme aquí. Al día siguiente lo habría de pagar claro...

En total más de 36 kilómetros en 3:40:48, a un ritmo de 6:07 el kilómtro. La segunda etapa más rápida de todas.

De Que te sales


Cuarta etapa: La larga marcha. Balneario de Corconte Aguilar de Campoo


El día anterior había descansado mucho y bien, de eso se trata en los balnearios, ¿no?. La actividad mas estresante que tuve fue jugar al Swolen back (creo que se llamaba así) con los turistas del Imserso. Se notaba que tenían mucha práctica las ancianitas, me ganaban siempre.

El tiempo cambió, el frente que debía barrer la zona norte de la península de oeste a este hizo acto de presencia, y se quedó para acompañarme durante toda la etapa. No estuve solo, ibamos el viento y yo, aunque el viento siempre en contra. En algún momento también apareció la lluvia, que no debia entender aquello de tres son multitud...

De Que te sales

La primera parte de la etapa, desde el balneario hasta Reinosa se me hizo un poco penosa, además de por el viento y por el frio, por el miedo a no ser capaz de correr durante tantos kilómetros. Todo el tiempo con el interminable pantano a mi izquierda, y las nubes cada vez mas amenazadoras al frente.

De Que te sales

Algo curioso, ahora las vacas no me hacían caso y miraban en sentido contrario al de la carretera ¿?. Los perros, gracias a Dios, inexistentes.

De Que te sales

Llego a Reinosa tras completar 21 kilómetros y la atravieso andando. Aprovecho para comer frutos secos y un gel y beber agua. Comienza a lloviznar. Al salir del pueblo, la primera "alegría" me la da la señal kilométrica para Aguilar

De Que te sales

No es que me anime mucho saber que todavía me quedan 28 kilómetros por delante para terminar la etapa. Me remata el hecho de que la llovizna de Reinosa se ha convertido en lluvia, tan pertinaz como la sequía de Franco...
En cambio si miro hacia atrás veo que en Reinosa dejo mejor tiempo y unas vistas dignas de detenerse y sacar una foto, cosa que hago

De Que te sales

Tras una larga y dura subida (aunque no como la del Cabrio) llego al puerto de Pozazal, alcanzando por primera vez los mil metros de altitud. Aquí el viento pugna con la lluvia para intentar impedirme avanzar, pero ninguno de los dos lo consigue. Yo sigo adelante y ellos se pelean entre sí. Gana el viento, la lluvia desaparece, y por lo menos, me seca la ropa. De vez en cuando tengo que volver unos metros hacia atrás para buscar la visera...

Cuando llego a Mataporquera entro otra vez en Castilla y León, ahora en la provincia de Palencia y me doy cuenta de que voy a terminar la etapa, lo que me da un alegrón.
En los últimos kilómetros he notado una molestia en la rodilla izquierda que no me ha gustado nada, pero ahora, que se que voy a llegar, no me importa.

Finalmente, tras 5 horas corriendo llego a Aguilar. Han sido 48 kilómetros zapateando a un ritmo de 6:18. Cansado pero no muerto. Mientras espero a la familia, con quien he quedado en la gasolinera y que me llevará a Caminayo, donde dormiremos, como y bebo, y como y bebo, ...

De Que te sales


Quinta etapa. LLegada a la Montaña palentina. De Aguilar de Campoo a Villaverde de la Peña.


La cuarta etapa me dejó muy cansado, y eso lo noté al empezar la quinta. Al salir de Aguilar, un día también desapacible aunque sin lluvia (aquí los servicios meteorológicos se equivocaron, pues anunciaron un día despejado), me crujían las articulaciones, se me revelaban los musculos (los gemelos se me habían convertido en cuatrillizos), la rodilla que ayer me molestó también se hacía notar, en fin, todo mi cuerpo me decía: "vale majo, déjalo ya, que ya me has dado bastante paliza", pero como no llevaba los audífonos puestos, no oía muy bien lo que me decía el cuerpo y seguí para adelante. Una vez cogido el ritmo, lo que me costó pues los primeros 8 kilómetros fueron cuesta arriba, me sentía cómodo, y completé la primera parte, hasta Cervera de Pisuerga, bastante bien.

De Que te sales

Por el camino los paisajes muy abiertos, delicia para la vista, sobre todo cuando veo las primeras cumbres de la famosa montaña palentina.

De Que te sales

Atravieso Cervera andando. Al igual que el día anterior había hecho en Reinosa, aprovecho para comer y beber. Desde la salida de Cervera comienza una interminable cuesta, al final de la cual se alcanzan los 1150 metros de altitud. Me la tomo con tranquilidad, habida cuenta de la experiencia con El Cabrio.

De Que te sales

A partir de aquí me quedan unos 20 kilómetros por terreno desigual pero sin grandes subidas ni bajadas. El principal problema es el viento en contra otra vez. Creo que me cuesta más avanzar contra el viento que correr cuesta arriba. Además es desagradable, cuando sopla muy fuerte, incluso cuesta respirar. El ruido que provoca molesta y casi no me deja oír la música (gracias por las sugerencis que me habéis hecho)

De Que te sales

Lá última parte de la etapa la llevo bien, lógicamente pesan los (muchos) kilómetros que llevo encima, pero me anima pensar que cada vez me queda menos. No tengo dolores (o quizá se han aburrido de hacerme señales al no hacerles ningun caso). Me cuesta encontrar agua. En el último pueblo antes de finalizar la etapa pregunto por una fuente (antes todos los pueblos tenían fuente, ahora...) y como me confirman la existencia de una me bebo el poco agua que me quedaba. Para mi desdicha la fuente no funciona, pero el amable señor que me ha había indicado se ofrece a llevarme a su casa a llevarme la botella.

Llego a Villaverde de la Peña tras recorrer 41 kilómetros en 4:19:19, a un ritmo de 6:22, junto con la segunda etapa, es la más lenta de todas. En este caso el ritmo más lento no se debe tanto al desnivel (+ 377 mts)como al viento en contra. Feliz porque sólo me queda una etapa. Quizá sea el primer momento que piense que puedo llegar a completar los seis días de recorrido. Lo pienso mientras espero a mi cuñada que me llevará a Caminayo.

De Que te sales


Sexta y última etapa. Villaverde de la Peña Caminayo


LLega la última etapa. Salgo temprano. El tiempo ha amanecido como prometía el pronóstico. Niebla muy cerrada y llovizna. Me cuesta mucho coger el ritmo. Lo que al principio era sirimiri, se convierte el lluvia fuerte. En el kilómetro tres estoy completamente calado pese a llevar una capa de las de "llevar a San Mames en zona de preferencia" (donde te mojas, vamos). El plastico de la capa impide transpirar.

En este momento tengo serias dudas de que pueda finalizar. Pienso para mi, "llevo tres kilómetros, no consigo coger el ritmo y estoy completamente calado". Aunque la temperatura no es muy fria (8 grados) es, realmente desagradable correr con este ambiente. En Leioa no habría salido a correr con un día así.

De Que te sales

Paro en Santibañez de la Peña a estrujar la ropa y quitar el agua, y así, de paso, algo del peso de más que supone la ropa mojada. No queda mucho ya para Guardo. Descubro que en Santibañez son del Athletic

De Que te sales


Poco a poco voy cogiendo el ritmo y me animo. Los dolores acostumbrados de cada inicio de etapa ya están olvidados o mitigados por el hecho de no hacerles caso. Llego a Guardo. Como sigue diluviando me paro debajo de un puente, curiosamente decorado,a comer y beber, pero muy contento porque nunca pensé que pudiera llegar hasta aquí. Además corro "en casa" y se perfectamente como es el camino que me espera hasta llegar a Caminayo. Solo 25 kilómetros por delante.

De Que te sales

De esos 25, los primeros son una larga cuesta que me lleva a alcanzar los 1200 metros de altitud por primera vez en los seis días. No será la última. Subo despacio y no me importa la lluvia. Se que voy a llegar.

A partir de aquí tengo 9 kilómtros cuesta abajo en los que "vuelo". Procuro no ir muy rápido, de todas formas, porque me duele la rodilla izquierda si pateo fuerte. LLego a la Espina, quedan 17 kilómetros. Cegoñal, 15 kilómetros para acabar.

De Que te sales

Alcanzo el cruce de Puente Almuhey, a 12 kilómetros de Caminayo. Aquí, si estuviera despejado, podría ver los montes que rodean a Caminayo, pero no es el caso.

De Que te sales

Me queda poco y además ha dejado de llover. Cojo un palo por los posible perros sueltos que vi ayer por aquí, pero no me sale ninguno. Yya que tengo palo, lo utilizo de batuta, para seguir el ritmo de la música, que en estos momentos es la que utilicé en el último maratón y me está ayudando a hacer la etapa más llevadera.

Veo el otoño reflejado en los árboles por primera vez. Más adelante, según me acerque a Caminayo se hará más patente. Lástima de nubes que impiden fotografiar como se merecen toda la gama de ocres que se me ofrecen.

De Que te sales


Llego a Morgovejo, el último pueblo antes de Caminayo, donde encuentro la primera señal indicativa del pueblo. Me quedan 6 kilómtros. El ritmo que he llevado hasta ahora es el más rápido de todo el viaje, ¿será la cercanía a Caminayo que me empuja?

De Que te sales

Aquí empieza la última cuesta, más de 200 metros de desnivel en 6 kilómetros. Imaginaba que tendría que hacerla andando, pero no, no dejo de correr para ponerme a andar en ningún momento. Paro muchas veces, eso sí, a hacer fotos del otoño. Pena de luz. Desde el inicio de la cuesta descubro dolores nuevos en las piernas que me martirizan cada vez que me paro y arranco.

De Que te sales

Cuando quedan 500 metros veo a lo lejos a mi familia esperándome, y lógicamente me emociono. Lo reconozco, soy fácil. Mi hijo me saca una foto corriendo, que es la única que tengo de todo el viaje (claro¡¡¡)

De Que te sales

Cuando llego a donde está mi familia me paro, nos repartimos besos, pero enseguida arranco a correr otra vez hasta la señal de entrada del pueblo. Muy emocionado, paro el reloj por última vez. Mañana no corro.

De Que te sales

Más de 36 kilómetros en 3:37:46 a un ritmo de 6:06. La etapa más rápida de todas, pese a que el desnivel positivo también ha sido importante: + 525 metros.


Resumiendo

Han sido 6 días corriendo, en los que he completado casi 240 kilómetros corriendo. (los kilómetros de travesía de pueblos importantes, que he hecho andando, no los he contabilizado) 24 horas, 16 minutos, a un ritmo de 6:15 por kilómetro y un desnivel positivo acumulado de casi 3.000 metros. En la mochila llevaba un peso de entre 2 y tres kilos.

Nunca creí que pudiera conseguirlo, ni tampoco era tan importante. Lo más bonito de todo esto no es el final, sino el camino en sí. Me ha ayudado el pensar sólo en el día presente, y no en los días que todavía tenía por delante.

Para hacer algo como esto se necesita estar bien entrenado, cuidarte, cuidar la alimentación durante el entrenamiento previo, y durante los días de la prueba. Regularmente desayunaba bastante más de lo que suelo hacer, tomaba geles, y frutos secos durante la etapa y luego comía y cenaba en abundancia. Mucha pasta, proteínas y fruta y verdura. Agua, mucha agua y también alguna cervecita (después de terminar, claro)

La ropa requiere dedicarle cierta atención. Las zapatillas deben ser unas que ya están trabajadas y de un modelo que sepas que te van bien. Llevaba puestas mallas pirata y de recambio mallas largas, que no he llegado a usarlas para correr. Una camiseta térmica de manga corta. Otra camiseta encima de manga larga. La tercer capa era otra camiseta técnica que la solía utilizar al comienzo de cada etapa, o cuando hacía mucho frío. En la mochila, además, llevaba otra camiseta de manga corta, otra de manga larga y un cortavientos. Visera para la lluvia, orejeras y buff para el frio.

El entrenamiento de "la cabeza" también es importante, y supongo que la habré entrenado bien, puesto que he acabado, pero no se como lo he hecho.

Sin alguien que te ayude en la logística también es imposible completar algo así, porque no se puede llevar encima todo lo que necesitas para más de dos días y correr con ello. Si no hubierta sido por mi mujer no habría podido hacerlo.

¿Y ahora?, ¿Cuál va a ser tu próximo reto?, ¿El maratón del Sahara? Esas cosas me preguntan, mi respuesta es rápida: Leioa - Erandio, o como mucho Leioa - Las Arenas

Fin
(05/11/2012)