domingo, 28 de octubre de 2012

Sólo cuatro semanas por delante ¿Me tengo que empezar a asustar?


Finalizado el tercer mes de entrenamiento y no lo llevo mal: todavía no me he lesionado


(Conviene leer la previamente las entradas anteriores en su orden correspondiente. Para hacerse una idea de qué va esto, mas que nada)


Si tu propia hija te dice “es mejor que dividas las entradas en dos, que son muy largas y la gente se aburre leyendo”. ¿Cómo debo tomármelo? Imagino que como crítica constructiva, pero, en todo caso, da que pensar.

El sentido de escribir un blog para contar esta historia, no es darla a conocer entre las personas que me conocen (y a las que doy tanto la lata con las cosas del correr). Tampoco difundirla entre los que no me conocen, pues los que no me conocen no entrarán al blog, salvo por equivocación, y por tanto, sólo una vez.

Llevo este diario (en realidad habría que decir, “semanario”, o mejor “decenario” pues escribo cada 10 días), para ir anotando ciertas “ocurrencias”, guardar algunas fotos de los sitios por los que suelo entrenar y de los amigos con los que suelo correr, intentar impresionar a los que no saben de estas cosas con teoría sobre la práctica del running, pero, sobre todo, para proporcionar una introducción a lo que tendré que contar sobre los días que correré de Leioa a Caminayo. De esos días espero tener mucho que contar y abundante material gráfico para colgar en el blog. Con todo ello espero hacer un álbum de recortes, colocarlo en la estantería, y mirarlo de vez en cuando, hasta que vengan los nietos y me proporcione apoyo gráfico para contar batallitas. (O sea, como si fuera un power point). Si no, también podrá servir para calzar la mesa en la que estoy escribiendo, que baila un poco y se me caen las “eses”.

Mejor que metas mas fotos” dice mi mujer. “Eso no es un blog, es un ladrillo”. Ya veo que a ella también le aburro escribiendo tanto. (Por si acaso tiene razón, voy a poner una foto aquí y ahora. Pondré la del Guggenheim, que siempre queda bien)




Vayamos a lo que importa. Finaliza septiembre, tercer mes de entrenamiento. ¿Y? ¿En qué se ha concretado? En: 300. Y como los 300 de la batalla de las Termópilas: jodidos pero contentos. Además, es lo que estaba en el plan: en septiembre 300 kilómetros


(Voy a meter otra foto, no sea que me este quedando corto. Pondré la de la bajada de Unbe).










Datos de entrenamiento: he completado 301 kilómetros, a un ritmo de 5:32 minutos por kilómetro. Desnivel positivo acumulado de 1.403,2 metros y desnivel negativo (o sea, cuesta abajo) de 1.462,9 metros.

El ritmo ha sido superior al que luego intentaré llevar, que será de 6:30 minutos por kilómetro.

La primera semana del mes fue exigente (70 kilómetros). La siguiente, tercera de ciclo, y por lo tanto, de descanso, sólo 32 k. corriendo pero con abundante “cross training”, o entrenamiento cruzado, que quiere decir completar la carrera con otros deportes (todavía me duele la espalda de la puñetera piragua que tenía roto el apoyo dorsal…).

La tercera y la cuarta semanas, por encima de 80 y subiendo el ritmo. Las tiradas largas ya van siendo largas. Dos días a la semana he hecho kilometrajes por encima de 21: ayer 24 y hoy 25.

En alguno de los entrenamiento he intentado reproducir alguna de las condiciones (hasta donde es posible) que luego tendré durante la ruta. Así, por ejemplo, he empezado a utilizar geles para probar este tipo de alimentación en carrera. LLevo una mochila, que se ha convertido en mi fiel compañera en los días largos, y que cargo con cosas prácticas: agua, teléfono, mp3, pañuelos, ropa, etc. También intento elegir nuevas rutas y correr por lugares que no son los habituales.

Es curioso, cuando corro por lugares que no conozco tanto, los kilómetros se me hacen más largos. Habrá que tener esto en cuenta. También corro de manera más discontinua, pues me paro a menudo a sacar fotos. Esto último, aunque parezca mentira, también me cansa más.

(“estas metiendo mucho rollo, acaba ya: Además una foto vendría bien, aita”. Vale hija te hago caso y pongo la de la mochila).



Quedan 4 semanas. (30/09/2012)